Un año de genocidio. Un año de solidaridad

Elisa Cardiel Gericó

Un año ha pasado ya desde el inicio del genocidio más documentado de nuestra historia. Un año de muerte, terror, sueños rotos, vidas sesgadas por la inmensa maquinaria asesina del estado terrorista de “Israel”. 

Un año marcado por una inmensa tristeza y desolación al ver cómo el pueblo palestino está siendo masacrado. Recuerdo las imágenes y vídeos de los primeros días, la desesperación y el horror de los primeros bombardeos; los mensajes de despedida que nos llegaban desde Gaza pidiendo al mundo que no nos olvidáramos de ellos, que fuéramos sus ojos y sus voces; las imágenes de multitud de madres abrazadas a los cadáveres de sus bebés; los bulos lanzados al mundo sobre los palestinos para alimentar así el relato los criminales sionistas que, como siempre, intentan deshumanizar a todo un pueblo justificando así su genocidio. Recuerdo el cansancio mental y físico que me producía ver tanto sufrimiento y terror en un pueblo al que quiero y admiro, la frustración de no ser capaz de parar esta barbarie.

Sin embargo, dentro de tanto horror y tristeza, este último año ha sido también el de la esperanza y la solidaridad. Colaboro desde hace años con la Casa Palestina de Aragón, la entidad que en nuestra tierra acoge a los palestinos y palestinas que por diferentes circunstancias conviven con nosotros. Una Casa Palestina que me ha acogido y cuidado desde el primer día, un soporte personal y emocional que difícilmente podré olvidar. Durante los años que lleva trabajando la Casa Palestina se han realizado multitud de movilizaciones, actividades de sensibilización e incidencia política, con el objetivo de que la sociedad aragonesa conociera qué estaba pasando en Palestina. Un trabajo muchas veces silencioso pero sostenido en el tiempo, en el que intentaban aglutinar a distintas corrientes ideológicas. Un trabajo que permitió contar con una red de apoyo fundamental para la creación y sostenimiento de lo que sería la campaña Aragón con Palestina.

Ese 7 de octubre recuerdo que quedamos en el local preocupados por el inminente ataque que llevaría a cabo “Israel” y que marcaría un año lleno de solidaridad con el pueblo palestino. Dos días más tarde estábamos en las calles, reclamando, una vez más, justicia para Palestina. La respuesta en la calle fue sorprendente, esperanzadora y a la vez abrumadora. De ahí surgió la necesidad de canalizar toda la solidaridad en lo que hoy conocéis como “Aragón con Palestina “, un inmenso movimiento solidario con el pueblo palestino en el que han tenido cabida todas las ideologías y todas aquellas personas que han querido colaborar de alguna manera en detener este genocidio. Un año marcado por un trabajo ingente, solidario y desinteresado de multitud de personas anónimas, partidos políticos, organizaciones sindicales y sociales, realizado junto a la Casa Palestina de Aragón y gracias al cual la sociedad aragonesa ha podido conocer mejor la realidad de un pueblo maltratado históricamente por la comunidad internacional y salir a las calles exigiendo paz y justicia para Palestina. 

Tras este duro e intenso año de solidaridad y trabajo toca valorar lo conseguido, como el Reconocimiento del Estado Palestino por parte de países como España, tras una campaña de la que la Casa Palestina formaba parte y cuya presentación tuvo lugar en las Cortes de Aragón así como el fortalecimiento del apoyo de la sociedad aragonesa a la causa palestina. Toca también reflexionar sobre todo lo que rodea al movimiento de solidaridad con Palestina. En este año he conocido gente excepcional, personas que dan todo de sí mismas sin pedir ni obtener nada a cambio; amistades que perdurarán más allá de la liberación de Palestina.

Pero también he conocido el lado más oscuro de la supuesta solidaridad desinteresada; de aquellos que se erigen como los gurús de la causa palestina; de aquellos que han utilizado y utilizan el sufrimiento de todo un pueblo para beneficio personal, político e incluso económico y que dan lecciones a los propios palestinos de cómo resistir o hacer frente a la ocupación. Bulos, difamaciones, ataques personales por no haber podido encaminar el trabajo y la línea ideológica hacia un terreno que sólo les beneficiaba a ellos; egos personales que se han topado con la firmeza de quienes no se dejan utilizar para otra causa que no sea la palestina. No han podido destruir a la Casa Palestina y pondremos todos los medios a nuestro alcance para que la casa de todos los que realmente aman y sufren con Palestina, siga desarrollando su labor y veamos por fin una Palestina libre y en paz.

Se abre una nueva etapa de solidaridad y apoyo mutuo, “Yo Soy Palestina”, una campaña global, lanzada para seguir aglutinando voces y esfuerzos; seguir saliendo a las calles, seguir hablando de Palestina y seguir reclamando medidas contundentes a nuestros gobiernos para que esta locura pare de una vez; que cesen las relaciones de todo tipo con el ente sionista y se produzca un embargo total de armas. Sí, los y las palestinas de esta tierra están en contra de la compra y venta de armas a “Israel” y sí reclaman la ruptura de relaciones diplomáticas, algo obvio para cualquier persona que se ponga en el lugar de este pueblo, que ha sufrido en sus propias carnes la violencia y la opresión del estado sionista. Seguimos, aglutinando y sumando; conviviendo y compartiendo con los y las palestinas en este camino que hemos decidido recorrer junto a ellos hacia la liberación de Palestina.

¡Viva Palestina libre!

 

Aragón con Palestina

Elisa Cardiel Gericó

El 7 de octubre de 2023 quedará marcado en los libros de Historia como el día que cambió el rumbo de Palestina. Este día, también quedará marcado para las decenas de personas y entidades que conformamos la Campaña Aragón con Palestina. En estos momentos, no podemos determinar cuándo ni de qué manera terminará esta nueva agresión al pueblo palestino por parte del Estado Sionista de “Israel” pero lo que sí sabemos es que este día cambió de alguna manera nuestras vidas y la manera de luchar junto a los y las palestinas que conviven con nosotros en esta tierra contra la injusta ocupación y usurpación de tierras que sufren desde hace más de 75 años. (…)

Extracto del artículo «Aragón con Palestina» de Elisa Cardiel publicado en lagarcetadelaribera.org